Y NO HABRÁ LOBOS QUE NOS GUARDEN








Y no habrá lobos que nos guarden.




Con el miedo dictando sinrazones
que por mesura y prudencia
pasan
dando con todo al traste.

Con la levedad de las palabras
violadas
llevadas de un extremo al otro
al son del Poderoso Señor del Aire.

Con la monotonía continua
de desventuras televisadas,
taladrando todo sereno rigor.
endureciendo alma, seso, piel:
“Cosa de todos, cosa de nadie”.

Llegaran, profanada la noche,
…y no habrá lobos que nos guarden.


Honorables carniceros:
listos, en canal estamos,
piezas prestas
para su ominoso embarque.




Raúl Sánchez Alegría 2 de noviembre de 2015.


Comentarios

Entradas populares de este blog

DE CAJÓN, SE ME VA EL BOLO

RONDÓ OTOÑAL

SUTIL SANADORA