ECONOMÍA


ECONOMÍA

Y de repente me asalta la pregunta:
¿Con quién quisiera hablar hoy?

La respuesta fácil
es decir:
“contigo”.

Conmigo no dialogo
hace tiempo.
Contigo me evado,
realmente no converso,
no.

Y de repente el vacío.
Y de repente la soledad
y el miedo.
El vértigo, la certeza
de la incomunicación.

Para que haya conversación
debe haber mensaje,
interlocutores y medio.

Ahora sólo encuentro silencio.

“Calla no hables ahora.
Calla: apura el silencio.
Apura, apura, apura…”

Y de repente el vacío,
la soledad y la certeza
de nuestra incomunicación.


Raúl Sánchez Alegría 30 de marzo de 2020





Comentarios

Entradas populares de este blog

DE CAJÓN, SE ME VA EL BOLO

RONDÓ OTOÑAL

SUTIL SANADORA