PALABRA








palabra


Antes de hundirme en sueños,
cambio mi lugar
de la habitación oscura
a la habitación de muerta luz alba
y te miro de lejos:
no esperas ya de mi nada.

Antes de hundirme palabras secas
de piedad,
ardientes piedras de rabia,
te miro como a un animal
extinto
y pienso (sentir no puedo)
que antes de hundirme más
debiera elevar sobre mi cabeza
una manzana
y arrojarla
para así descubrir
-como Newton, como Adán
como el perro que vio la luna en un pozo,
como el cómico que en el escenario perdió la gracia-
que las penas son menos penas con pan
y no sólo de pan vive el hombre:
palabra.


Raúl Sánchez Alegría 6 de septiembre de 2018

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