ROÍDA
ROÍDA (dedicado a Blanca Abajo Alda)
El fuego aún late en tu interior…
Derramo óxido
por mis poros.
Me derrito sólo de saberte
yerto.
¡No!
Golpeo mi frente, hundo mis puños
en la pared infranqueable
que separa tu luz de mi.
Aún late, aún bulle, aún
el fuego
me desgarra el vientre.
Me arrebata la paz
no haber roto tu mutismo.
Calcificadas cuencas convectivas
de lágrimas,
ciegas, me escrutan.
No hay paz para ti.
Ni para mí, por ahora.
Todo es rumor de amapolas.
Ya no estás.
Las entrañas te extrañan
como los astros,
como los mares,
como todos los soles…
Como yo, ninguno,
como yo, nadie.
Roída,
pero despierta,
te sigo
-en vano-,
te sigo
-consciente-
queriendo.
Raúl Sánchez Alegría 28 de abril de 2021
Uff!! Brutal, completamente brutal.
ResponderEliminarUn abrazo.
La obra de Blanca Abajo Alda es así : brutal, salvaje, libre, sin concesiones. Sus texturas piden ser sentidas acariciadas, aunque golpean el alma.
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