UNA VELA A SAN ANTONIO
Como
toros embolados
desnudos
ante las bayonetas
sin
abrigo, ni sustento
esperando
blancas palomas
ígnea
inspiración,
infusa
ciencia….
azuzados,
segados, solos…
así
nos arrojan, así nos dejan.
Y
tú me reprochas,
y
tú me recriminas,
y
tú me desprecias,
mientras
te consuelo,
mientras
te cubro,
mientras
te grito,
mi
soledad, tu vacío
nuestra
miseria.
Entre
unos y otros
-desesperado-
contemplo
traiciones
y flaquezas.
Mientras
esto escribo:
otra
fábrica echa la reja.
¡Proletarios
de mi calle uníos!
la
tormenta lejos de amainar, arrecia.
Uno
vela en San Antonio
y
el médico palos se lleva.
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