COLOFÓN
COLOFÓN
Feliz
he contemplado el ocaso
como si fuera el último
de la raza de los grandes
días.
De la perfección
lo curaba el viento.
El viento
que me recuerda
que aún estoy vivo,
que ese instante
no fue un sueño,
y que la felicidad existe
y se acaba,
como todo
lo sujeto a medida.
No es lo mismo vivir que estar vivo. Los poetas escribimos porque vivimos y estamos vivos.
ResponderEliminarGracias por tu poema.
La felicidad existe. Solo hay que estar atentos. ¡Gracias bonito!
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